jueves, 30 de abril de 2009

En un rincón de Extremadura

Atravesando los bosques de encinas de Castilla, pasando por Salamanca se llega hasta la noble Villa Gata, donde se encuentra la "Fuente de la sabiduría" y la "puerta de las 7 herraduras.





















Gata fué tierra de moros hasta el año 1212, cuando Alfonso IX de León la reconquistó. En ese tiempo se llamaba Albaranes, que quiere decir "tierras altas de casas blancas".

En 1252 Alfonso X le puso el nombre de Hispania, es curioso que el rey sabio pusiera un nombre tan importante a una villa tan pequeña, quizás era pequeña en tamaño, pero grande en sabiduría.

El esplendor de la Villa de Gata está ligado al último Maestre de la Orden de Alcántara, D. Juan de Zúñiga, quién fue el mecenas que permitió a Zacuto realizar una de sus más bellas obras; “El tratado breve de las influencias del cielo”.
















Después de dar muchas vueltas por media España, Abraham Zacuto se quedó en el pequeño pueblo de Gata durante unos seis años, hasta la expulsión de los judíos acontecida en 1492, cuando Zacuto tenía 40 años.
En 1486 estaba escribiendo su tratado breve en este pueblo de Gata, con el apoyo económico y moral de su mecenas a quién dedica unas líneas en este libro:

".....mi señor el maestre de Alcántara don Juan de Zúñiga, amante y versado en todas las ciencias hasta el punto de que todos los sabios eruditos, cuando conocen su fama, dejan sus tierras y sus gentes para buscar la total serenidad, la reflexión y el verdadero desarrollo, porque gracias a su mecenazgo prosperan las ciencias y sus letrados y éstos obtienen refrigerio y remuneración....”




























Zacuto compara directamente a D. Juan de Zúñiga con el rey Salomón. Hay que imaginarse al pobre Abraham huyendo de aquí para allá, hasta encontrarse en un lugar magnífico y tranquilo que le dan cobijo refrigerio y remuneración y además le ordenan que escriba un trabajo sobre lo que a él más le gusta, pues él mismo se autodenomina astrólogo. Dice Zacuto:

“Tuvo a bien Don Juan, ordenarme a mi, Rabí Abraham Zacuto de Salamanca, astrólogo y servidor suyo, que compusiese un tratado breve sobre las influencias del cielo, para que los médicos de su señoría –si fuesen astrólogos- puedan encontrar en él, el mejor apoyo.......”

Para escribir ese libro tuvo que valerse exclusivamente de su memoria, lo que significa que cuando llegó a Gata, lo hizo en muy malas condiciones y sin llevar ni uno sólo de los libros que menciona en su obra, tan sólo los llevaba en su recuerdo, hace todo un tratado simplificado, sin tener a mano los textos antiguos. Y eso, significó una cierta libertad de expresión que ha servido para aclarar oscuros conceptos de los copistas. Dice Zacuto:

“Yo, para cumplir el mandato de su señoría y redactar dicho tratado, necesitaba consultar los libros imprescindibles que había en su villa de Gata, y otros que no tenía, por eso me encomendé a la ayuda de Dios Nuestro Señor, conservador de la memoria.”

































La portada de los 10 apóstoles y la "apostola". Si pinchas y amplias verás que no hay 10 apostoles sino 11 y uno de ellos es claramente una mujer.


















Si amplias la foto veras que sobre la ventana está el Sol y la Luna, igual que en Teotoihuacan


















Muchos muros de Gata son idénticos a los de Teotihuacan


















Puertas cerradas, puertas cuadradas


















Puertas cerradas que en otro tiempo estuivieron abiertas















Puerta abirta por la que se puede pasar hasta llegar a la puerta de la 7 herraduras, la puerta que si la tocas te otorga la suerte de poder soñar